Manos entrelazadas de una pareja recién comprometida mostrando sus anillos de boda, simbolizando su consentimiento y unión.

En qué consiste la toma de dichos en una boda

Las bodas, en especial las religiosas, tienen costumbres, tradiciones o rituales que hay que seguir al pie de la letra para que el evento se ajuste a la perfección, a la fórmula clásica de la ceremonia.

En el caso de las bodas católicas, uno de estos trámites es el de la toma de dichos, que implica la participación de los testigos y el sacerdote. En Navas Joyeros te explicamos qué es la toma de dichos y cómo tienes que actuar en caso de que te cases pronto o vayas a ser testigo en una boda.

Índice

Qué es la toma de dichos

La toma de dichos en una boda es un trámite imprescindible que ocurre en todas las ceremonias nupciales católicas. Los participantes en esta tradición son el sacerdote, los novios y los testigos. Pero ojo, aquí hay que dejar claro algo, los testigos que participan en este acto pueden no ser los mismos que los que firman el acta matrimonial en el día de la boda.

Además, los testigos de la toma de dichos no pueden ser familiares de los novios. Durante la boda, las personas que firman el acta y, por tanto, dan fe de que la boda sigue hacia adelante, hay mayor libertad y pueden ser familiares directos. En el caso de la novia, suele ser frecuente que quien asista a este evento sea una de sus damas de honor, otra figura clave de la que ya te hemos hablado en Navas Joyeros.

En realidad, este acto es la presentación de testigos del expediente matrimonial. Los testigos hablan con el sacerdote y responden a unas preguntas sobre los contrayentes. El objetivo es confirmar que los novios van a casarse con total libertad, sin sentirse presionados o exigidos por sus familias, y que voluntariamente quieren dar ese paso en su relación.

Cuándo se realiza

No existe un momento concreto para cumplir con la toma de dichos, pero es algo que depende de la iglesia. Y ojo, no de la iglesia donde va a celebrarse la boda, sino en sus respectivas iglesias. Si no están empadronados en la misma iglesia, cada novio deberá cumplir con este trámite en su lugar correspondiente. Si finalmente se casan en otro templo distinto, es imprescindible trasladar los expedientes hasta esa iglesia antes de la boda.

Para la toma de dichos, los novios tienen que aportar la siguiente documentación: DNI o pasaporte, certificado de nacimiento, partida de bautismo, nota o certificado de confirmación, fe de soltería y certificado del cursillo prematrimonial.

En cuanto al tiempo que tiene que transcurrir, o el que queda para la boda, lo más común es que falten aún tres o cuatro meses para el evento nupcial, aunque insistimos que esto depende de la agenda de la iglesia y del sacerdote.

Otro dato que debes conocer es que la toma de dichos es un acto gratuito, ya que el coste está incluido en otros trámites generales como el de apertura y traslado de expediente. En cualquier caso, no está de más que te informes previamente sobre estas cuestiones.

Qué preguntas se hacen en la toma de dichos

El papel de los testigos en la toma de dichos es confirmar que los novios van a contraer matrimonio de manera totalmente libre sin sentirse condicionados por ninguna circunstancia. Tanto la pareja se casa como los testigos pueden asistir al encuentro con el sacerdote totalmente relajados, pues las cuestiones a responder son básicas y de fácil respuesta.

Las preguntas más frecuentes son cuánto tiempo conocen los testigos a los novios y qué tiempo llevan estos últimos en la relación, también si anteriormente mantenían una relación de amistad. Otro dato que quiere conocer el sacerdote es la vinculación entre los testigos y los novios, si verdaderamente existe un vínculo de amistad o cercanía suficiente.

Por tanto, los testigos tendrán que comentarle al sacerdote algún dato relevante sobre la vida de los novios, experiencias que hayan compartido juntos y poner el foco en el amor que siente la pareja.

Finalmente, otro tipo de dudas a resolver es el del consentimiento mutuo. El cura tiene que dar fe de que la boda que va a oficiar es totalmente voluntaria y no hay ningún dato que estén ocultando los contrayentes.

En resumen

Para los testigos de una toma de dichos, cumplir con este trámite es todo un orgullo, pero por el que no deben sentir presión alguna. Es cierto que responder a las preguntas de un sacerdote puede provocar cierta impresión, y más en una iglesia, donde actúa como autoridad, pero si realmente conocen a los novios y la relación es sana, este momento no es más que un acto fácil de ejecutar y que van a recordar durante mucho tiempo.

Ahora ya sabes qué es la toma de dichos y cómo actuar. Tanto si eres el novio o novia, o si actúas como testigo, puedes comprobar que es un requisito obligatorio, pero muy fácil de cumplir, por el que no debes sentir ningún tipo de miedo o nervios.