En la creación de un anillo de compromiso en oro blanco suceden muchas cosas que seguramente desconocemos y que nos impiden valorar de forma clara la dificultad en la fabricación de la joya de pedida. Como fabricantes, nuestra firma quiere que sepas cómo es la fabricación de un anillo de compromiso en oro blanco y puedas ser consciente de su complejidad y de porque la joyería de nivel necesita bastante tiempo y oficio para obtener una pieza de alta joyería para la pedida de mano ¡Presta atención al proceso que explicamos a continuación!
Todo empieza por un boceto realizado por nuestro staff de diseño en nuestras instalaciones situadas en el norte de Italia, el cual está basado en las últimas tendencias de moda aplicadas a nivel internacional. De este boceto, una vez supera la selección del director creativo de nuestra marca, se obtiene un boceto digital, denominado “render” o “prototipo en 3D”, gracias a nuestro equipo informático coordinado con nuestros maestros joyeros y a la aplicación de los últimos avances tecnológicos y programas de renderizado.
Se obtiene así un prototipo 3 dimensiones del anillo de compromiso de oro blanco. Este, directamente y gracias a una impresora 3D, nos ofrece una perfecta cera de fundición para que fabriquemos el anillo de compromiso de oro blanco, si es pieza única, o creemos el caucho de fundición si deseamos reproducir la pieza de pedida más de una unidad o en serie. Con esta cera podemos iniciar la composición del denominado árbol de fundición, llamado así por su semejanza con un árbol creado en cera donde en cada rama se sitúan dos o más reproducciones de anillos de compromiso en cera para fundir. El árbol de ceras se encierra en un revestimiento de escayola y se introduce en una centrífuga, de forma que cuando por una de las aberturas de este revestimiento se inyecte oro de primera ley fundido en estado líquido, gracias al movimiento en giro, se expanda por todo su interior. El oro candente va, poco a poco, deshaciendo la cera, fundiéndola y ocupando su lugar.
Una vez finalizado este proceso, llevado a cabo por nuestros maestros joyeros, obtenemos un árbol en oro en sustitución del de cera. Se corta cada joya de sus bebederos y el tronco del árbol y sus ramas son recuperadas como oro para nuevas fundiciones. Las diferentes joyas obtenidas son metidas en tambores similares a lavadoras para su devastado, enfrentándolos a materiales de erosión. Se hace un primer pulido por nuestros pulidores y están preparados para su engastado según diseño de los diamantes, zafiros, rubíes y esmeraldas seleccionadas de entre los mejores por nuestros expertos pedreros y teniendo en cuenta su color, calidad, pureza, tamaño y talla, para que ocupen su lugar preciso en la joya.
Nuestros engastadores realizan la sujeción de cada gema en el anillo de compromiso de forma precisa y segura. Pasamos de ahí a un pulido más agresivo y, si el anillo de compromiso está fabricado en oro blanco de 18 quilates, tras su limpieza y desengrasado a la inmersión en rodio prácticamente puro, para su acabado final. Un último pulido leve y nuestro anillo de compromiso en oro blanco estará finalizado y preparado para que te den el “sí, quiero”. Como ves la fabricación de uno de nuestros anillos de compromiso en oro blanco resulta, desde su origen hasta su preparación en el estuche para que lo entregues, un proceso complejo donde intervienen muchos profesionales especializados y cualificados, para que puedas comprar una pieza de pedida de alta calidad al más bajo precio.