¡San Valentín está en camino!
El 14 de febrero es San Valentín, aunque creemos que no hace falta que lo recordemos. Seguro que muchas de las que estáis enamoradas tenéis bien presente en vuestra memoria este gran día. San Valentín tiene origen como otras tantas cosas en la Antigua Roma, aunque no es nada parecido a lo que San Valentín es hoy en día. Se trataba de una fiesta pagana dedicada a la fertilidad, llamada Lupercalia. Se golpeaba a las mujeres con látigos de piel de cabra o perro mojados con sangre de animales, ya que se creía que este ritual generaba fertilidad.
Afortunadamente San Valentín ya no tiene nada que ver con eso y consiste en un día para la celebración del amor y el cariño hacia la pareja. Un día en el que el ambiente se impregna de corazones, olor a perfume, bombones, brillo y amor.
El día de San Valentín es mundialmente conocido, pero aun así cada país tiene una tradición diferente.
Por ejemplo, en Australia el día de los enamorados se celebraba siendo la mujer quien obsequiaba con regalos de alto valor al hombre. En la actualidad no tienen por que ser regalos caros, si no que pueden ser pequeños detalles como bombones, peluches o felicitaciones.
En Brasil son muy románticos y no solo tienen un día de San Valentín, si no que tienen dos: El día de San Valentín el 14 de febrero y el “Dìa dos Namorados” el 21 de junio. Básicamente se hace lo mismo los dos días, pero por partida doble.
Cantidad de películas americanas hemos visto sobre el día de San Valentín, y es que en EEUU se celebra a lo grande. Desde el colegio a los más pequeños les incitan a celebrarlo realizando manualidades a sus amigos de clase, a sus padres, etc. Cuando estos niños se vuelven adultos su costumbre es regalar flores y joyas, siendo esta ultima la elección preferida.
En España cada vez más adquirimos la tradición americana. Si que es cierto que depende de la personalidad de cada uno el hecho de regalar algo o no en San Valentín, pero la mayoría de las parejas mínimamente celebran este día con una cena o una escapada romántica. Si queremos regalar algo pues un perfume, unas flores, o unos bombones con forma de corazón nos pueden servir, pero si nuestra relación se esta convirtiendo en algo más o si llevamos mucho tiempo juntos e igual de enamorados quizá el regalo perfecto será una joya.
Una joya simboliza amor y cariño
También simboliza seriedad y compromiso. Una joya puede ser un símil con vuestro amor: algo valioso y delicado, pero a la vez fuerte y poderoso. También es algo que puedes llevar siempre contigo y qué es para toda la vida: resistente e inmortal. Sin duda la joyería recoge un sinfín de características que son idóneas para comparar con el amor y además estéticamente es un regalo de inigualable belleza.
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