Con motivo del aniversario del hundimiento, queremos rescatar uno de los misterios más deseados de ese gran buque. El precioso Diamante Azul, Diamante de la Esperanza o Corazón de la Mar.
Quién no recordará o habrá soñado con poseer esa pieza de joyería, repleta de belleza y elegancia.
El origen de esta preciosa gema está en la India. Se dice que fue extraído del río Kistna y luego fue colocado sobre la frente de la Diosa hindú Sita, esposa del Dios Rama. Posteriormente fue tallado por un dios del sol, quien le dio la forma original de triángulo.
En 1642 el joyero francés Tavernier viajó a la India y adquirió años después el diamante. Este posteriormente vendió la gema al rey francés Luis XIV. El siguiente rey, Luis XV, lo mandó guardar en un cofre. Y posteriormente llegó a las manos del Delfín Luis XVI, quien se lo regalaría a su esposa María Antonieta de Austria para que sumase esta magnífica pieza a su colección de joyas.
Con la muerte de estos dos últimos Reyes, Luis XVI y Maria Antonieta, un año después del comienzo de la Revolución Francesa en 1792, un cadete se hizo con el diamante y lo trasladó a Londres. Este militar fue encarcelado y se perdió la pista del diamante hasta que años después Wilhelm Fals, un tallador de origen holandés.
Durante multitud de años el diamante fue pasando de mano en mano, incluidas las del Rey Jorge IV de Inglaterra, el Príncipe Ruso Kanitowski y el Rey turco Subaya Hamid. Las últimas personas por las que pasó el valorado diamante fueron el famoso y reputado joyero Pierre Cartier, en 1910, quien lo vendió un año después a Evalyn Walsh McLean, heredera y socialité de la alta sociedad americana de principio de siglo.
Tras la muerte de Evalyn en 1947, dos años más tarde el joyero y experto diamantero Harry Winston compró el diamante, siendo el último dueño privado de la joya. En 1958 Winston decidió donar el diamante a la Fundación Smithsonian, convencido por el mineralogista del Museo Nacional de Historia del Instituto Smithsonian George Switzer.
Como podéis ver esta preciosa joya no es solo excepcional por las cualidades que lo componen, sino también por su larga historia. Todo esto la convierte en una joya única y realmente especial que quita el aliento a cualquiera.
Pero claro, este tipo de joya tan extraordinaria, cuyo valor se estima que está en los 17 millones de dólares aproximadamente, está realmente al alcance de muy pocas personas. Por eso desde Navas Joyeros queremos que tengas la oportunidad de disfrutar de una preciosa pieza de joyería que evoque las características de la joya famosa como la del Titanic. Te mostramos alguna de las posibilidades de joyas, no solo collares, para recrear en tu día a día u ocasiones señaladas la exclusividad y belleza del famoso diamante.
Sortija de zafiros y diamantes FARAÓN
Esta increíble pieza de joyería está fabricada en Oro de Primera Ley y destinada para los amantes de la alta joyería. El zafiro de Sri Lanka (Ceylán) es la gema principal de la sortija, con talla cojín y engastado en garras. Esta gema está acompañada de un cuajado de diamantes en talla brillante, con lo que se consigue un manto de brillo espectacular que potencia el azul del zafiro.
Sortija de zafiros y diamantes
Pendientes de zafiros y diamantes MASSALA
Pendientes de zafiros y diamantes MASSALA
Collar de zafiros y diamantes REINA SILVIA
Si quieres dejar de soñar despierta sobre esta maravillosa joya, entra en Navas Joyeros y consigue tu famosa joya como la del Titanic más adaptada a ti.