Días más largos y soleados ¿a quién no le gusta? Con este tiempo da gusto lucir todas nuestras joyas, ya que la luz del sol es su mejor aliado.
¿Por qué la luz del sol es tan buena para las piedras preciosas naturales?
- La intensidad de la luz solar favorece al máximo el brillo de las gemas, sobre todo en piedras preciosas como el diamante.
El diamante es una gema facetada, es decir, con numerosos cristales, simétricos y perfectamente colocados para brillar al recibir la luz.
- La intensidad de la luz del sol potencia al máximo el color de las piedras preciosas.
El color de las gemas adquiere la mejor totalidad dentro de su color, por eso cuando montamos esas piedras preciosas en la joya necesita toda la luminosidad posible.
- La luz solar es incolora, por lo que es ideal para gemas como el diamante cuya ausencia de color es una de las que más se valora.
- Indirectamente la luz del sol nos da más color a la piel, momento donde lucen mejor las joyas.
El contraste de las joyas con la piel morena y la variedad y colorido de los complementos nos ofrece el mejor escenario para la alta joyería y bisutería. Además, con la luz del sol las bodas proliferan, y si hay bodas entonces hay joyas y complementos nupciales.
Y esa es una de nuestras especialidades, las joyas de boda: anillos de compromiso, alianzas de bodas, anillos de pedida, pendientes de novia e incluso tiaras y diademas.
En definitiva, aunque nuestras joyas son para toda ocasión, el buen tiempo y la luz del sol siempre son los mejores aliados de la joyería.