El engastado en garras

Conocemos la importancia, y más si hemos adquirido recientemente una joya con diamantes, del engaste o unión de estos con la montura de la pieza.
De su perfecta pero a la vez discreta y estética sujeción, ya que es importante tener en cuenta y así evitar el disgusto de encontrarnos sin nuestro diamante o gemas preciosas, debido a que estos se hayan aflojado o incluso soltado y caído. Para ello, el engaste ha de ser perfecto, realizado por profesionales engastadores con dilatada experiencia, como los que forman parte del equipo de joyeros de la firma Navas Joyeros.

Son muchas las técnicas de engastado, todas ellas con buscando el objetivo común de sujetar de forma discreta y estéticamente integrada en el diseñó los diamantes y gemas preciosas que forman parte de la joya.
Sin duda, una de las más habituales es el engaste en garra, que es el que hace la sujeción del diamante se produce a través de sutiles garras de oro o platino, el mismo material que el empleado para fabricar la montura de la joya.El engaste puede ser a través de 3, 4, 6 u 8 garras, dependiendo del diseño y tamaño del diamante. Las garras hacen que la entrada de luz sea masiva y por tanto, otorga al diamante un brillo espectacular, y lo muestra en todo su esplendor, obteniendo toda la belleza del diamante. El finalizado de la garra es una parte esencial en el engasto del diamante, ya que de ello depende la comodidad del uso de la joya y la sujeción estética de la gema, pudiendo ser, graneteada en forma de punta redondeada o cincelada, con la parte superior, alisada y plana.

Tanto el acabado de las garras graneteadas como cinceladas aportan un engaste seguro, eficaz y sencillo, que se adapta perfectamente a la estética de la joya.
El engaste en garra del diamante se lleva a cabo por parte del engastador, realizando un rebaje en cada una de las patas a través de una fresadora, para apoyar en él, el filetín de la gema.
Una vez la gema está perfectamente situada y equilibrada, se presionan las garras con la ayuda del alicate, recortando los sobrantes de la garra y puliendo los terminales.
Parece a priori una tarea sencilla pero que requiere que los rebajes estén a la misma distancia en cada pata para que el diamante se sitúe centrado y recto.

El engaste en garras es uno de los más usados en joyería por su eficacia, seguridad y sencillez, y sobre todo por potenciar al máximo la belleza y el brillo del diamante central.

Para mostrarte cómo se realiza por un engastador experto de la firma este meticuloso proceso, hemos creado un vídeo, para que puedas ver de forma clara cómo es cada uno de los pasos.

Esperamos que os guste, y ya sabéis, si estáis buscando el anillo de compromiso perfecto, cuyo diamante se sujete con el engastado en garras, echa un vistazo a la colección de la joyería online: www.navasjoyeros.com y encuentra la joya perfecta.